jueves, 12 de julio de 2012

Considerarlo o Aniquilarlo

Invitás a alguien que te gusta a bailar. Tu mejor amiga (en estado de ebriedad) le dice, "si te gusta, transátela". Bailás, te abraza y te besa tan lento, que sientes hasta los poros de su blanca piel. Y tu corazón, de pronto estálla, se calla y te ves interrumpida por tus pensamientos.

 La noche se acaba y vos, que pensábas que tenías todo bien en claro, te revuelcas en tus propias inquietudes.

 Preguntas rondan por tu mente. No estás segura de cómo seguir avanzándo, pero no te rindes, lo intentas una y otra vez, para probarte a ti misma que puedes luchar.

 ¿Darle una oportunidad o no? ¿Podría ser "el ruso" el que te salve de ti misma?

 Tu mejor amiga dice que no, que él no es para vos.
 Sin embargo, vos decidís considerarlo. Aunque, considerarlo representaría también una manera de lastimarlo. Pero cómo puedes estar segura, si nunca lo intentaste. 

 "El ruso" te habla, vos le hablás, la pasás bien, te hace sentir bien. Entonces... ¿porqué no considerarlo?.

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