Todo seguía igual, ellos no se veían pero chateaban o se mensajeaban seguido.
Ella sentía que de a poco, todo se iba perdiendo, así que decidió saldar sus "deudas". Comenzó por revisar el face de él, al ver que no iría al concierto de SOAD, se le "prendió la lamparita". Su principal "deuda" estaría saldada, ella le compraría la entrada y ese asunto quedaría resuelto.
Mientras esperaba que las entradas se pusieran a la venta, ella se ponía cada vez más y más ansiosa. Comprar la entrada significaba solo una cosa, volver a verlo aunque sea por una última vez.
El día de la venta llegó, ella tomó su dinero y se dirigió al shopping. Allí conseguiría, su próximo paso hacía la felicidad.
Pero no todo salió como ella tanto lo ansiaba. La entrada la compró, pero a él, no lo vería, no todavía. Juraría que todo lo que ella hacía era en vano, pero que más da. Ella estaba enamorada y ya nada le importaba.
Aunque sus actitudes eran las mismas, ella dudaba de sus sentimientos ahora. Prácticamente un año de espera y no había respuestas del otro lado, o si las había, pero lamentablemente, no eran las que ella esperaba.
Todo se volvía cada vez más confuso. En su cabeza, ya no podía seguir imaginando algo que no era y que no iba a ser jamás y en su corazón latía, los latidos se volvían tétricos y suaves a la vez.
Crecía fuerte en su pecho, esa sensación de vacío interno, pero de alguna forma las cosas cambiarían su rumbo. Su destino, aún no estaba escrito y ella recién ahora se daba cuenta. Algo estaba cambiando dentro de ella, pero todavía no podía saber exactamente qué era aquello. Sería un cambio importante. A partir de ahora, las cosas ya no iban por el mismo camino. Ella ya no iba a ser la misma jamás.
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