jueves, 12 de julio de 2012

Un Amigo para toda la Vida... Claro.

Una vez tuve cuatro años, sí. Una vez, cuando tuve cuatro años, también me mudé. La vida de pequeña era tan gratificante, sin problemas, sin preocupaciones, sin amores conflictivos, sin todo eso que te quita el sueño. Muchas veces deseo, anhelo, poder volver el tiempo atrás. Pero lamentablemente, la gente, normalmente, crece... La gente "normal", crece.
En esa época de mi vida, yo, solía tener amigos -sí, YO solía tener amigos, aunque no lo creas. La cuestión fue, que por "h" o por "b", uno se va alejando, o las tareas que realizás necesitan más de tu tiempo, o simplemente, crecés (si es que lo haces). Uno pierde contacto con esos amigos (aunque vivan frente a tu casa), y un día, como cualquier otro, te los volvés a encontrar. Conversás, te interrogan, interrogás, y a su vez, se van dando situaciones que dabas por perdidas.
Y así, es como te das cuenta, de que realmente no querés que el tiempo vuelva atrás. ¿Para qué?. Para que una tarde de verano, te encuentres conversando con tus amigos, y uno de ellos te diga, las dos palabras más temidas. TE AMO.
Obviamente, que a los catorce años, esas dos palabras te suenan tan lejanas. O sea, amarme, vos a mi. Tenemos catorce años, te recuerdo, AMIGO. A esa edad, sólo sabés, conocés el amor maternal.
La cara de mi amigo fue muy frustrante, cuando escuchó salir de mi boca lo siguiente: -todo bien, yo también te quiero, pero como a un hermano, (o como un dueño quiere a su perro, pensaba por dentro). Se que fui egoísta en algún sentido, pero la verdad era que yo no lo amaba. Yo no sentía absolutamente nada por él, ni siquiera me atraía físicamente. Entonces, no estaba tan mal que yo le dijera la verdad. Lo malo acá, o mejor dicho, la cagada que me mandé acá, fue que lo besé (en un jueguito de la verdad o consecuencia, pero lo besé igual), y eso acentuó en él más su amor por mí. Yo, en cambio, descubrí que no sentía nada por él, absolutamente nada, es más, besarlo hasta me produzco asco. Y me produce más asco de solo pensarlo.
Sueno a una muy mala persona, lo se, pero es la verdad, y a veces duele, si. Es como cuando te dicen, hijo, se murió tu perrito, y vos llorás hasta dos meses después.
Igual creo que esto no suena tan mal, ahora viene la peor parte. Como dije antes, ésto pasó hace nueve años atrás, yo tenía catorce años, él tenía catorce años, se supone que uno crece, va superando momentos de su vida, y todo lo que eso conlleva.
Si teníamos catorce y pasaron nueve, eso quiere decir que ahora tenemos veintitrés, y yo me pregunto, porqué mierda sigue enamorado de mi después de tanto tiempo, y me lo refriega por la cara todo el tiempo.
¿Será que me lo merezco?. O...¿Será que él nunca maduró, nunca creció?
Porque puede que tenga veintitrés años, pero sigue actuando como cuando teníamos cuatro. Y según madre, la cabeza no le da para más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario