Esto es cómo cuando pensás, "el pasado pisado...", pero verdaderamente, de pisado no tiene nada. Entonces lo que hacés, es hablar con cualquier otro chico para intentar olvidarte de "ese pasado".
Hace un par de sábados, tuve un cumpleaños y conocí a un chico, lindo si, buena onda si, me sacó a bailar si, pero nada.
Hablamos un montón y me cayó genial, y eso que soy lo más anti sobre la faz de la tierra. Sin embargo, me dije a mi misma, "hace tanto que no me sacan a bailar, que más da, aprovechá el momento, divertite, te lo mereces".
Lo pasé fantástico, bailé toda la noche, me reí sin parar, no me podía quejar. Pero, (siempre tiene que haber un "pero" en mi vida) sentía que no era suficiente.
Él seguía estando ahí, en ese lugar oculto de mi corazón y aunque no quiera, siempre lo va a estar.
La mejor decisión que podía tomar, era entonces, la de avanzar y cuando digo avanzar, no me refiero a dejar todo a un costado, sino a tomar todo aquello, cargarlo sobre mi espalda y seguir mi camino.
Llegada esta instancia, concluí que no puedo dejar el pasado atrás. Ni pisotearlo, ni patearlo, ni tampoco tirarlo por una ventana desde un séptimo piso. Así que, literal, me aferré a todo lo que me conducía hacía él.
Y acá estamos, intentando dialogar con un chico, que si, admito que me atrae, mientras dejamos abandonado a otro, que si, admito que lo amo.
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