jueves, 12 de julio de 2012

A Date

Finalmente, el chico que conocí hace alrededor de unos quince días, me invitó a salir.
 Yo con mi mejor onda, accedí, total, no tenía nada que perder.


 Las cosas que me molestan en un hombre, más en una primer salida son, la impuntualidad (llegar tarde una hora no tiene perdón), lo tacaño ($ 1,50 es una miseria, no podes decir que eso es caro) y que no me acompañen a la parada siendo las once de la noche (y encima te diga, "me acompañas a la parada", a lo cual vos respondes, con toda la furia contenida, "vos sos el que me tiene que acompañar a la parada").

 Me cae bien, hablamos todo el tiempo, tenemos cosas en común y estoy aprendiendo algo de historia.

 Pero "el ruso", en este momento es un proyecto de hombre, y no se si estoy preparada para formarlo.

 Todo lo que hice el día que salimos fue, internamente, compararlo con "Él", todo lo que "el ruso" hacía, "Él" lo hacia diez veces mejor.
  No pude ni siquiera un segundo, dejar de pensar en "Él".


 Dicen que está mal comparar, pero como no hacerlo, cuando lo que estás dejando ir, es lo que tanto te fascina.


 Verdaderamente, deseo que "Él", regrese a mi vida sin importar las consecuencias.

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